21/9/07

Los buscadores de anecdotas*

No fue hace tanto. Fue en esa década infame de los 90´ donde la globalización y el speech neoliberal impuesto por loritos de saco y corbata nos vendieron: primer mundo, cohetes espaciales, privatizaciones, sushi, osito Teddy y vacaciones en Brasil, entre otras cosas. Pero, como todo fenómeno político-social, siempre hay sectores que emergen e intentan hacer visible su descontento.
“Los buscadores de anécdotas” son unos de estos grupos. Surgidos en el barrio de Balvanera, éstos loquillos siguen luchando desde la clandestinidad contra el “sistema mercanchiflista que trata de eliminar las anécdotas, por considerarlas peligrosas a este orden racional de trabajo y consumo”, según explica “X”, uno de sus fundadores. Si bien este grupo no aparece ni en los noticieros, ni en los diarios, es muy conocida su actividad en el barrio y sus alrededores.
Siguiendo los postulados del sociólogo Erving Goffman, es el miedo al caer en el embarazo lo que reproduce implícitamente el orden social. De este modo estos jóvenes (o no tanto) anónimamente buscan alterarlo a través del absurdo de las situaciones. El método es tan sencillo como eficaz. Son partidarios de que la risa hay que generarla y no sentarse a esperar que la vida nos ponga una situación graciosa frente a nuestras napias. La ridiculez, lo insano, el absurdo de las situaciones, es adoptada como praxis, como el nivel primario de lucha.
Una aclaración importante: las anécdotas de mejor calidad llegan solas de manera inesperada, en un contexto impensado. Sin embargo, el ejercicio sano de buscarlas desarrolla un nuevo sentido de intuición, que posibilita nuevas situaciones graciosas. El ícono máximo de este grupo, del cual se lleva registro de sus vivencias, es el famoso ex futbolista Diego Maradona. “La risa no se mancha”, “Maradona al poder, por un país lleno de anécdotas”, son algunas de las frases más plasmadas a través de graffitis.
Una vez al mes se lleva a cabo “el recuento de anécdotas”, en una antigua librería de la calle Uriburu al 300. En este evento se intercambian las diferentes experiencias para su posterior registro en el gran "libro anecdótico". Además se degustan varios tipos de sandwiches y copetines, mientras se proyectan cortos de conciencia de clase y dibujos animados. Según fuentes allegadas a los BDA, en el último evento “El hombre bobo” dio una clase teórica que trajo aparejado decenas de detenciones en los días subsiguientes, catalogada por los medios de desinformación como “Ola de idiotez en Balvanera”.
Este movimiento no es único. Hay cientos de grupos de este calibre funcionando por todo el mundo, aunque no puede afirmarse que estén conectados entre sí. “La anécdota al poder” reza su mayor postulado ¿Por qué no darles una oportunidad?
Dieggae

*Extracto de “No libro” jamás editado por Una Fuerza producciones.
*Podes mandar tus mejores anécdotas a quedishu@gmail.com para su posterior publicación.

1 comentario:

dieggae dijo...

que buenos comentarios