La violencia empaña los vidrios de un acuario
Un grupo de enfurecidos hinchas holandeses residentes en Alemania, irrumpió esta mañana en el acuario de Stockhausen y atacó a golpes de puño al célebre pulpo Manotas, quien allí se encontraba realizando trabajos sociales entre los reclusos marinos. La agresión fue llevada a cabo como respuesta al llamamiento de "una caza de cefalópodos" por parte del cabecilla de la barrabrava naranja, Nigel Van Ackoa*, luego de enterarse el prónostico adverso pronunciado por, el hoy tan mentado, pulpo Paul. La ex-representativa de la Unión Europea del Deutsche Bank en Bruselas, Máxima Zorriegueta declarose consternada por el "horrible acto de violencia contra tan noble criatura" y criticó el trato diferencial dado por las autoridades germanas a los barrabravas ya que "no deberían existir prerrogativas de ningún tipo ante la ley".
Desde Milán, informó nuestro corresponsal en Europa occidental, Javier Zanetti.
* Pronunciese la V como F, tal cómo han impuesto los periodistas deportivos del nuevo milenio echando por tierra años y años de Van Basten y Volskwagen, poniendo por delante de los usos y costumbres del recuerdo y la nostalgia, el compromiso lingüistico con los "fiscales de la correción cool".
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