Hacia una imprecisa precisión conceptual:
Pardez corresponde a lo que comúnmente llamamos cursi, básicamente. Es decir, cuando uno observa una escena cotidiana, la letra de una canción, un film y se exaspera al decir “qué pardo!” no está más que diciendo “qué cursi”. Cuáles serían las características de la pardez entonces: en primer término puede relacionarse con una manera particular de hacer explícitas ciertas sensaciones, generalmente ligadas al amor (principalmente amor a una pareja, de tipo sensual, aunque también se aplica a amistades, familia, etc.). La forma mencionada suele abundar en ornamentos, en detalles –los puntos suspensivos al finalizar una frase son característicos- que vuelve la producción en cuestión una experiencia tediosa. Dichas producciones pueden ser palabras, colores, objetos materiales, melodías musicales, etc. Podríamos posicionar como algunos ejemplos paradigmático ciertos músicos (?): Ricardo Arjona, Maná, Montaner, aunque no son los únicos. Claro.
Amor:
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"Viste que lindo el mar mi amor?" |
No caeremos en el insalvable error de intentar definir al amor. Sensaciones corporales, alma, estado de plenitud, cuerpos que se funden y hacen de ese acto algo más que cuerpos fundiéndose. El amor es un terreno donde la pardez se expande y arrasa con todo. Buenos ejemplos al respecto son los días inventados por el dulce capitalismo para homenajear a los enamorados: hordas de parejas pasan esos días mirándose a los ojos y regalándose frases que dejan a uno al borde de un colapso glusémico. Y aquí una primera parada en este recorrido. Atento amigo/a Quedishu?, festejar San Valentín, tanto como el día de la primavera con tu pareja te vuelve automáticamente un pardo sin retorno. Sobre este punto no hay discusiones.
Algunos objetos de típico uso y abuso pardo en el amor: rosas (atentos quedishus? con andar armando senderos, por favor!), pasacalles, corazones con nombres completos o iniciales, besos depositados en una mano y soplados, flores de más de 3 mts. dibujadas en arenas charrúas, decir cosas como “Viste que lindo el mar mi amor”,etc. Saben de lo que hablamos.
Pardez y redes sociales:
Las redes sociales han vuelto nuestra vida una puesta en escena casi constante. El amor no podía hacerse a un margen. Entonces la pardez avanza por el mundo virtual como una marea. Si antes hablábamos de los pardos niks de messenger hoy no dejamos de asombrarnos de los comentarios que acompañan los posteos de canciones que redundan en lugares comunes, frases hechas –muchas veces sexistas, incluso- y melodías pegajosas como moscas de verano para decirle a alguien, simplemente: te quiero.
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Basado en hechos reales |
Comentarios de cierre:
No fue el objetivo de estas líneas expresarse contra las manifestaciones del amor –ya dijo uno de los líderes espirituales quedishuistas, que todo es en vano, si no hay amor-. Por el contrario, celebramos siempre aquellas maneras del decir que logran expresar las sensaciones más fuertes de una manera simple aunque no menos poética, sin ornamentos rosados que tornen todo asquerosamente rococó (contraponga la ricotera frase “no sé si no me gusta más que el rock” a “chuchi, sin vos la vida no tendría sentido, te amo con toda mi alma” que podría leerse en un típico pasacalles, abundante de tonos rosados y pasteles). Un buen quedishu? sabrá interpretar estas líneas que no tienen más intención que sentar posición (?) en un debate que parece no tener fin. Quien suscribe y a juicio de ser tildado de insensible, considera que “Un lugar llamado Noting Hills” es un himno cinematográfico a la pardez. Aguante Hermética.
Por Sensible de Bar,
en Q?12