Encontrábase en un cuarto bastante oscuro y polvoriento un hombre. Junto a el había nada mas que una maquina de escribir, la que utilizaba constantemente. Noche y día. El hombre se sentía todopoderoso, omnipresente sobre sus obras. Pronto comprendió que esto no era del todo cierto cuando se le apareció uno de los personajes que había creado golpeando su puerta. Toc toc.
-Buen día y noche, no tema, es natural su asombro, dado que para usted sólo existo en su cabeza, pero déjeme que le explique. Fui seleccionado por mis pares para venir a charlar con usted y aclararle un poco algunos asuntos.
El hombre calmó su obvia ansiedad e invitó a pasar al sorprendente visitante
2 comentarios:
esta obra de arte manifiesta en forma de texto me dejo anonadado...propia de un geniome dejo en estado introspectivo.
a re
CLaro. Día y noche. Así cualquiera se vuelve tinta o la tinta se vuelve cualquiera. Para el caso es lo mismo.
Absolutamente lo mismo.
Salud!
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