16/5/10

La olita oficialista

¿Discurso contrahegemónico?

Parece gracioso escuchar acusar desde la televisión pública a los "medios hegemónicos" de ocultar la verdad. No es que en ese sentido no podamos coincidir, con que clarinete bla bla, sino que en lo que hay que reparar es en el transformismo en los términos que se utilizan para intentar convencernos que todo esto es una dualidad. Lo novedoso (o no tanto) del programa 678 es la estrategia binaria que plantea abstractamente. Al separarse discursivamente de los medios hegemónicos, ellos parecieran considerarse parte de una clase subalterna que tomaron las riendas de la televisión pública para hacer "contrainformación revolucionaria" o en su defecto realizar algún tipo de comunicación alternativa. Pensándolo ni siquiera un minuto ¿Podemos decir que hacen algo de eso realmente? ¿Contrahegemonía desde el Estado? Una revisión de la lectura gramsciana para el intelectual orgánico Barone por favor.

Al centro y adentro

También nos parece gracioso acusar desde ese mismo espacio a la "izquierda" de ser funcional a la "derecha", en su intento de desprestigiar a sectores que militan políticamente por otros objetivos. No es que esto no haya sucedido nunca, mas siempre dependerá del cristal con el cual se mire el escenario político. Sin embargo, ¿Acaso funcionarios de este gobierno no fueron funcionales o más precisamente cómplices de las políticas neoliberales en la década del 90? Los argumentos que se esgrimen rápidamente hacen agua, pero en estos casos el archivo de PPT ya no funciona, pues ya no ponen una y otra vez a los K junto a Méndez diciendo que “apoyaban el proceso de reconstrucción del país”, como lo hacían hasta hace un año y medio atrás en TVR.

De la virtualidad al espacio publico

Sin embargo, encontramos parcialmente interesante un aspecto del fenómeno 678: la utilización de las tecnologías con la intención de crear un sentido político que no se quede en "Yo también odio cuando suena el despertador" o "Un millón de boludos en contra de...". La reutilización de facebook para un fin que no sea ¿En qué estoy pensando? es para un análisis más exhaustivo que en este momento no es el objetivo del presente artículo. Sin embargo, no es serio tampoco tomar una postura de fascinación tecnológica en las virtudes democráticas que permiten las redes sociales. Previamente, muchas iniciativas han empezado en distintos soportes de la red y han generado resultados muy positivos dentro de los fines que se persiguieron. En el caso de este programa, catalogado por APTRA como periodístico, no debemos olvidarnos que parte de un medio de comunicación masivo hacia la sociedad civil, que recoge y se identifica en algunos casos con cierto discurso; y de ahí se genera un ida y vuelta como emisores activos (sólo en la net) y como receptores activos o pasivos. Este feedback, genera una ilusión de participación activa en el programa por parte de algunos de los seguidores que retroalimenta día a día la otra participación, la de la red social. Pero como ya expusimos anteriormente, lo interesante de esta identificación virtual es el paso que da (en algunos casos) desde el espacio privado al espacio público.

La autoreferencialidad al palo

Últimamente se habló mucho de las marchas organizadas por “678 facebook”, que cuenta como soporte de difusión, además de las transmisiones del canal público, su radio y agrupaciones afines a los K, las dos islas de la misma re-productora que transmiten en la televisión comercial: Duro de domar y TVR.

Hablar de espontaneidad en la convocatoria a través de facebook es, por lo menos, no seguir la definición de la RAE (1). Pero no nos vamos a poner en lingüistas. Pareciera que en este fenómeno hay una necesidad satisfecha de identificarse con algo/alguien, que toma como primer símbolo a 678, dejando en segundo plano los por qué. Las imágenes de la “espontaneidad” de las convocatorias las verás hasta el hartazgo en los programas de la productora, que abarata sus costos repitiendo y repitiendo casi las mismas ediciones, en donde la autorefencialidad constante en los informes (desde el título a los carteles con los cuales se manifiestan los usuarios de facebook) parecen banalizar o banalizan las causas por la cuales esos sectores necesitan manifestarse. Marcha de 678 en apoyo al gobierno, en apoyo a la ley de medios, presente el 24 de marzo… Acá es donde nos detenemos. Tuvimos la oportunidad de compartir la Plaza de Mayo con estos militantes virtuales en el día de la memoria. Lo que se pasó por alto -y es lo que nos sorprendió- fue el nivel de violencia verbal de la "tribuna" de estos seguidores de facebook, frente a un camión que llegaba para hacer un acto paralelo. Éstos, a través de sus parlantes, exigían "fuera tropas yanquis de Irak, aparición con vida de julio Lopez y Luciano Arruga", etc. La reacción en "ola"(2), de claro reflejo a lo Barone y su eterna indignación con la “izquierda” e intento diario de desprestigiar a Pino Solanas para que no sea una opción con proyección dentro del "progresismo", fue algo digno de nuestro asombro y en gran parte generador de esta nota.

Como fin de este boceto de ideas, entendemos que lo que realmente aporta el fenómeno es que el peronismo, kirchnerismo u oficialismo (como quiera llamarlo), encontró una base de clase media que se identifica en este programa y se hace cargo activamente de su posición, que era difícil de encontrar hace dos años atrás. Esto demuestra que puede haber gente que apoye al gobierno sin el famoso chori y vino que nos mostraba TVR hasta no hace poco. También demuestra que la autorefencialidad del programa y de sus seguidores a veces terminan solamente en una chicana al mejor estilo Dock Sud-Telmo. Si esto es positivo o negativo dependerá de cómo le interese a usted enfrentarse a la olita, puede barrenarla, zambullirse abajo de ella de cabeza, o lo que se le cante.

(1). adj. Que se produce aparentemente sin causa.

(2) Vease "Die Welle", película alemana. Esta metáfora debe verse simplemente como eso, de manera simplista y exagerada.

Cráneo candente

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